jueves, 17 de julio de 2014

Almafuerte: poesías que gritan verdades y transmiten la fuerza de la vida.

¡Piu Avanti!

No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.

Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde intrepidez del pavo
que amaina su plumaje al menor ruido.

Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua y no la implora...

Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!



¡Avanti!

Si te postran diez veces, te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas:
no han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas.

Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rencor de las afrentas
se formaron los santos y las santas.

Obcecación  asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura,
y en cualquier infeliz se me figura
que se mellan los garfios de la suerte...

¡Todos los incurables tienen cura
cinco segundos antes de su muerte!







Biografía: 

Pedro Bonifacio Palacios más conocido por su seudónimo de Almafuerte nació en San Justo (Provincia de Buenos Aires) en 1854 y murió en La Plata (Provincia de Buenos Aires) en 1917.

Poeta y periodista, puede ser considerado como un romántico tardío en una época en la cual estaba en  auge el modernismo.

Fue autodidacta, ejerció la docencia por vocación.

Su labor pedagógica y su oratoria en forma de  una prédica constante, le valió aceptaciones y rechazos extremos.

Exaltó a las clases humildes, a las que llamaba "la chusma de mis amores" a ejercer sus derechos frente a la opresión de los poderosos. Fue muy criticado y en 1887 se aísla culturalmente a la ciudad de La Plata, donde murió en medio de la depresión y la pobreza.

Poemas como "Piu Avanti"  y "Avanti" son un ejemplo de su  declaración de principios ante la adversidad. 


lunes, 7 de julio de 2014

Buscando en la red: descubriendo talentos desconocidos.



Hoy recorriendo los caminos de Internet me encontré con esta poetisa uruguaya, cuya existencia, admito con vergüenza, desconocía, sus versos merecen ser apreciados.

Tu boca
Yo hacía una divina labor, sobre la roca
creciente del orgullo. De la vida lejana
algún pétalo vivo voló en la mañana,
algún beso en la noche. Tenaz como una loca,

seguía mi divina labor sobre la roca,
cuando tu voz que funde como sacra campana
en la nota celeste la vibración humana,
tendió su lazo de oro al borde de tu boca;

-¡Maravilloso nido del vértigo, tu boca!
Dos pétalos de rosa abrochando un abismo...-
Labor, labor gloriosa, dolorosa y liviana;

tela donde mi espíritu se fue tramando él mismo
tú quedas en la testa soberbia de la roca,
y yo caigo sin fin en el sangriento abismo!





Poeta uruguaya nacida en Montevideo en 1886, en el seno de una familia burguesa descendiente
de alemanes, franceses y porteños.
Desde muy corta edad incursionó en el campo poético publicando su primer libro de poesías, El libro blanco en 1907.
Luego llegaron Cantos de la mañana en 1910 y Los cálices vacíos.
Se caso en  1913, su matrimonio terminó a los dos meses y su vida un año después, en 1914, asesinada por su esposo,  quien se suicido después. Trágica historia para una poetisa de alma sensible y cuya pluma asombro a Montevideo y Buenos Aires.
Después de su muerte se publicaron dos composiciones más: El rosario de Eros La alborada.